¡Ya está bien! ¡Me parece una auténtica injusticia! ¡Pobre lechera! ¡Quiero romper una lanza a su favor!
Desde que Esopo escribiera su fábula sobre el cuento de la lechera hace más de 2.500 años nos han estado vendiendo a la pobre lechera como una insulsa soñadora de la que teníamos que aprender que no debemos tener demasiada ambición o tendríamos nuestro castigo. ¡Pues me niego! La lechera era toda una emprendedora, una estratega con un plan de negocio y una planificación perfecta a corto, medio y largo plazo.
¿Y qué pasó? Pues que como todos los emprendedores tuvo un tropiezo en los inicios de su proyecto. ¿Y ya está? ¿Ahí se acaba el cuento? Estoy seguro de que una tía tan emprendedora volvió a casa, modificó el plan de negocio y comenzó de nuevo. Igual se buscó otro cántaro, le puso una tapa o caminó siempre mirando al suelo. Es posible que acabara montando un gran imperio de los lácteos (La Lechera del cuento Incorporation) y viviendo como una reina de los beneficios sin necesidad de volver a trabajar. Pero claro, esta versión animaría a la gente a soñar en grande, a volver a intentarlo tras un fracaso, a ser perseverante y luchar contra las adversidades… Y eso no interesa.
Pues yo voy a empezar a contar mi propia versión del cuento de la lechera con una nueva moraleja: Sueña, actúa, y si te equivocas corrige las veces que sean necesarias hasta que logres tu sueño.
Si te ha gustado este post, por favor compártelo y déjame tus comentarios.
Gracias¡¡ me ha encantado y tienes razon¡ yo me siento muy identificada con tu lechera¡¡¡
Muchas gracias a ti por tu comentario Lena!!!
Espero que ya estés en el camino de corregir los errores y más cerca de tu imperio lechero 😉
Me gusta mucho más tu versión del «cuento de la lechera», creo que le has dado un giro mucho más favorable, y lo has convertido en un cuento interesante de leer.
Gracias!
Muchas gracias a ti Mar!!!
Alguien tenía que acabar con esta injusticia 🙂
Espero que disfrutes de algún otro post.
Tu versión está bien, pero por desgracia alimentar las esperanzas de tanto iluso que abunda tampoco es la salida.
Y por desgracia en este mundo del marketing online abunda demasiado la versión del cuento Esopo y se les rompe la jarra a todos.
Porque resumiendo hay una diferencia entre vivir tus sueños y vivir soñando que es lo que sucede normalmente.
El resumen del cuento para mi es que se puede tener los sueños que quieras pero con los píes bien firmes en la tierra.
Muchas gracias por comentar 🙂
En parte estoy de acuerdo con lo que dices. Pero como decía en el post, el sueño sólo es el inicio de todo. Y no podemos menospreciarlo, porque sin el sueño ningún gran logro se habría alcanzado.
Eso sí, después vienen los siguientes pasos: acción, prueba, error, y repetir hasta lograrlo.
Un abrazo!!!
Es que la lechera como lo digo en mi libro Asegure el almuerzo estaba haciendo «cuentas alegres» no planificando.
Soñar sí, realizar con un plan, mucho mejor!
Gracias por comentar Alfonso!!!
Sin duda una buena planificación seguro que mejora los resultados 🙂